El término de cocina
de autor es relativamente nuevo. Uno de sus impulsores iniciales fue el detective Pepe Carvalho,
un personaje de Manuel
Vázquez Montalbán, entusiasta de la cocina, quien señaló en un
parlamento de novela que, con la cocina
de autor, el cocinero expresa su madurez creativa, superando la dictadura del chef que se
adapta al establishment.
El cocinero
de la cocina de autor utiliza, por lo general, innovaciones (nuevos productos, nuevas técnicas de cocción, nuevos utensilios y
artefactos y nuevos conceptos), entre los cuales destaca el pacojet (para triturar y
emulsionar alimentos que están congelados, sin necesidad de descongelarlos
previamente; muy útil para hacer helados y sorbetes, y montar nata); la máquina al vacío (para
conservar alimentos manteniéndolos lo más frescos posible); los hornos mixtos (dos hornos en uno, que combina calor
seco con calor húmedo); el thermomix (para pulverizar y
triturar alimentos y cocinaren un recipiente con controlador
de temperatura); el termostato
roner (mezcla entre baño María
y vaporera con más precisión), artefacto inventado Joan
Roca (El Cellar de Can Roca) y Narcis Caner (Fonda Caner). De allí su
nombre: ROca-caNER.
Un cocinero creativo
siempre hace cocina de autor, trascendiendo las preparaciones de la cocina
habitual en su tiempo. De allí que verdaderamente
lo que caracteriza la cocina de autor es la propuesta novedosa, cualquiera que sea el
tiempo en que
ejerza su oficio. La cocina de autor no es una propuesta de ahora, sino
la de todo cocinero que busca,
valido de su maestría y habilidad, dejar su sello personal en lo que hace.
Y eso es lo que han hecho siempre los grandes cocineros.
Por eso, precisamente por eso, son
grandes cocineros.
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